jueves, 8 de enero de 2015

MANEJO DE HERIDAS

MANEJO DE HERIDAS


Una herida es una lesión que se produce en el cuerpo, en este caso, de un animal.
Una vez producida la herida se desencadenan en el cuerpo una serie de mecanismos para conseguir que se repare la lesión, a esto se le llama cicatrización.
¿Cómo cicatriza una herida? ¿Debe siempre suturarse una herida?
Básicamente hay dos formas de que cicatrice una herida, reconstruyendo la zona mediante una sutura (cosiendo la herida) o esperando a que cicatrice sin suturar (cierre por segunda intención)
Cicatrización de heridas suturadas:
Hay heridas que por el tipo o extensión requieren un tratamiento específico como es la sutura. La sutura se realiza cuando la herida no está contaminada y es posible obtener unos bordes regulares que permitan un aceptable acercamiento de los mismos. De este modo, se protege la herida de agresiones externas y al aproximar los bordes de la herida con la sutura se hace la cicatrización más rápida y sencilla.
A veces el veterinario puede optar por suturar una herida que no es reciente. Para ello deberá “reavivar” o recortar los bordes de la herida para que cicatrice correctamente. Otras veces en heridas profundas o por distintas circunstancias el veterinario decidirá suturar la herida pero dejará en la zona más declive de la herida un drenaje que facilite la salida de secreciones. 
Cuando la cicatriz formada sea capaz de mantener la unión de los bordes de la herida por sí sola, se procederá a retirar los puntos de sutura. Lo habitual es mantener los puntos durante una semana a diez u doce días.

·Causas.

Puede ser producida por múltiples causas como golpes, quemaduras, sustancias químicas o desgarros en la piel.
La herida se produce cuando se altera la piel o los tejidos debido a un traumatismo. Su gravedad estará en función de la parte del cuerpo que se vea afectada, de su profundidad, de su extensión así como de la causa que la haya provocado. Hay causas, por ejemplo, que casi con toda seguridad traerán consigo una infección como los mordiscos o las lesiones provocadas por el roce con el asfalto. Siempre que aparece una herida hay que manejarla con cuidado ya que existe este riesgo de infección con posibilidad de lesiones en órganos o tejidos cercanos si no se cura bien.

·Síntomas.

• Poliuria (orina más cantidad)
• Polidipsia (bebe más cantidad de agua)
• Anorexia (falta de apetito)
• Pérdida de peso
• Vómitos
• Acumulación de sarro dental
• Problemas en encías
• Debilidad
• Otros

·Tratamiento.

Lo más importante a la hora de tratar una herida es la limpieza de la misma y la retirada de todo el detritus que haya.
Las heridas sucias o contaminadas deben ser desbridadas (retirar la suciedad, los objetos extraños, el tejido lesionado y los detritos celulares de una herida o de una quemadura para evitar la infección y facilitar la cicatrización), y lavadas con el fin de, por un lado eliminar todos los tejidos “muertos” y que pueden interferir con la cicatrización, y por otro disminuir la carga bacteriana.
Para ello debemos afeitar bien toda la zona y luego lavarla. La solución ideal de lavado es el suero fisiológico aunque también se puede emplear clorhexidina diluida, povidona yodada o incluso agua del grifo.
Así se va retirando todo el material extraño que tenga la herida y todos los tejidos “muertos”. Una vez realizado el desbridado y la limpieza de la herida se pone un vendaje o apósito si el veterinario lo considera necesario. Otras heridas pueden requerir cicatrizar “al aire”, sin apósito.
Si el veterinario pone un vendaje habrá que tener cuidado y realizar las distintas curas que nos indique. Hay que tener en cuenta que las heridas durante las primeras fases de la cicatrización en los perros y gatos son mucho más exudativas que en las personas y si el vendaje está muy apretado o permanece más tiempo del necesario la herida se secará o macerará (en función del tipo de venda aplicada) retrasando la cicatrización.





Auxiliar Técnico Veterinario: Cristina López Algaba

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